16 Diciembre, 2022

Según una encuesta reciente de Gartner[1], sólo el 43% de los empleados confían que los líderes de su organización actuarán buscando su mejor interés, esto quiere decir que menos de la mitad de nuestros colaboradores sienten confianza y seguridad en sus líderes, estadística por de más alarmante, que además repercute directamente en el rendimiento de las organizaciones.

Sabemos los beneficios que la motivación y capacitación en cambios de mindset tienen en nuestros colaboradores, sin embargo estos siguen siendo factores externos y secundarios que como organizaciones no podemos controlar del todo en sus resultados; por el contrario aquello que sí se encuentra directamente en nuestra esfera de actuación es el aseguramiento del entorno a través de ambientes y condiciones óptimas para que nuestros colaboradores puedan desarrollar su trabajo y potencial de manera fluida, colaborativa y sin fricciones para el logro de objetivos comunes y organizacionales.

Nos corresponde como líderes identificar, conocer y actuar sobre las causas específicas que inciden ya sea en el sentimiento de bienestar de nuestros colaboradores, o bien que les generan puntos de dolor y les aquejan para que, de manera proactiva, podamos cambiar, mejorar, crear y/o asegurar el entorno en el que se desenvuelven.

Entender el impacto profundo que tiene el aseguramiento de los ambientes y condiciones en nuestras organizaciones es esencial. Gartner refiere que los ambientes de trabajo enfocados en el bienestar y con conexiones humanas profundas, no sólo logran reducir riesgos de salud como los infartos y la demencia, sino que también ayudan a fortalecer el sistema inmune y aumentan la colaboración en un 23%. Si a esto agregamos lo que Laura Leszman[2] atribuye como las virtudes del fenómeno de people experience -en el que se ha comprobado que con tan sólo elevar el 5% la experiencia de los colaboradores se puede lograr elevar hasta el doble la satisfacción del cliente-, tenemos que, ser una organización humanista no sólo hace sentido desde el punto de vista ético social, sino que además conlleva grandes beneficios para las organizaciones y sus colaboradores. Incluso se ha detectado que aquellas organizaciones que cuidan de sus colaboradores de manera integral son 4 veces más propensas a mejorar sus objetivos de ingresos, ganancias y satisfacción de sus clientes[3].

En este sentido la invitación es a contribuir proactivamente en la generación de estos entornos humanistas. Herramientas hay muchas, sólo requieren voluntad, pues esto se puede lograr desde algo tan simple como el cumplimiento de la NOM035, el aseguramiento de espacios de lactancia, la generación de normativa interna como protocolos de atención contra la violencia, o la emisión de políticas que fomenten comportamientos no sólo de sana convivencia, sino de innovación y agilidad  -como pudiera ser el “equivocarse rápido y barato”-, para propiciar la construcción de espacios de trabajo seguros, saludables, dignos, incluyentes y equitativos que fomentan y generan los entornos idóneos para el desarrollo integral de nuestros colaboradores, mejorando así su experiencia dentro de la organización y reflejándose entonces en mejoras y beneficios para la propia organización. 

 

Luisana Valtierra García es abogada de profesión, humanista por convicción y una convencida de la trascendencia de la educación en la sociedad; actualmente se desempeña como Directora de Capital Humano y Jurídico de la Universidad de Monterrey. Forma parte de ERIAC Capital Humano y del Comité de Sentido Humano. contanto@eriac.com.mx



[1] Gartner Re Imagine HR Conference 2022. Orlando, FL, Estados Unidos de América.

[2] Profesora y experta en People Experience CX, Mindset Digital y Transformación Digital, y Oradora Invitada del Diplomado de Dirección en Recursos Humanos de Wharton Aresty Institute of Executive Education

[3] Ver nota 1

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