Hoy por hoy nos enfrentamos a diversas circunstancias globales y generacionales que como individuos nos ponen en situaciones que retan no sólo a nuestro entorno, sino también a nuestra propia conciencia.
Hace algunos años, se conceptualizaba al “Bienestar” como algo únicamente ligado a la salud física y que con el paso de los años fue tomando un nuevo giro y se expandió a la parte emocional. Actualmente, este término se lleva a un contexto espiritual e integral que nos empuja como seres humanos a sentirnos no sólo físicamente bien, sino bien con nosotros mismos y en conexión con el Universo en general.
Esto es algo que para las organizaciones del pasado pudiera ser visto como “irreal y alejado del mundo de los negocios”, incluso como “hobbie” o para “ser abordado fuera del horario laboral”, pero la realidad es que esto es más actual y parte fundamental de la manera en que las empresas debemos hacer negocio en este recién iniciado 2022.
Ser organizaciones promotoras del bienestar integral no es un “estado ideal”, es la realidad en la que debemos operar si queremos no sólo atraer talento, sino además retenerlo. Así como en la ley mexicana, primero se incluyeron normas relacionadas a Seguridad Industrial y hoy vivimos la implementación de la NOM035 enfocada a la salud emocional, que no nos sorprenda que en el futuro se desarrollen normas enfocadas hacia el bienestar espiritual e integral y que deben ser vistos como grandes pasos hacia la evolución de las culturas laborales de alto desempeño.
El bienestar físico, emocional y espiritual no son tres áreas diferentes, sino uno mismo con tres fases. Si como organizaciones primero cuidamos el bienestar espiritual, definido como la manera en que nuestras creencias, valores y la búsqueda de un sentido a la vida enriquecen nuestra existencia, de nuestros colaboradores, entonces podremos contribuir proactivamente a generarles emociones sanas y pensamientos positivos en el área de trabajo que como consecuencia tendrán efectos positivos en su salud.
El bienestar tiene su “cancha principal” en la relación líder – colaborador. Un líder que se preocupa por que su gente esté bien en todos los sentidos, logrará ser un motivador natural que impacte en la salud integral de su equipo. Si el líder se enfoca en agradecer, reconocer, desarrollar, retroalimentar, cuidar y sobre todo escuchar a su gente, podrá conectar a un nivel superior con su gente y de ahí se detonarán comportamientos como compromiso, lealtad, integridad y responsabilidad.
Nuevo León como entidad es un claro sinónimo de bienestar al colocar a su área Metropolitana de Monterrey como la ciudad con mejor calidad de vida, contar con algunos de los mejores hospitales y universidades a nivel nacional y ofrecer servicios urbanos de calidad que procuran día con día el bienestar integral de las familias neoleonesas y que impulsa a las empresas a hacer lo mismo desde la perspectiva de cultura en el trabajo.
Ahora, es importante invertir en el bienestar de nuestra gente y no considerar que cualquier persona puede ser coach, médico o sanador. El Bienestar debe ser considerado en la estrategia de negocio, en el presupuesto anual y principalmente en las prioridades de la Alta Dirección. Esto generará una inversión que debe incluir personal capacitado, instalaciones adecuadas y programas ideales para atender las necesidades de cada uno de los colaboradores.
Aunque tener áreas verdes, salas de meditación y ofrecer instalaciones modernas siempre serán un sinónimo de éxito en la búsqueda del bienestar, la principal inversión debe estar en el desarrollo de los equipos de liderazgo. Si invertimos en el bienestar de nuestros líderes, ellos se convertirán en embajadores que procurarán genuinamente y de una manera integral el bienestar de su gente, no por ser “líderes sobresalientes”, sino por que así debemos ser los líderes en 2022.
El Bienestar Integral es un pilar en las grandes Culturas de Trabajo y mientras más lo consideremos en nuestra manera de operar, más exitosa será nuestra organización.
Autor: Alejandro López es Gerente de Recursos Humanos en Polaris. Experto en Políticas de RH, Ingeniería Industrial, Relaciones Laborales, Gestión y Mejora Continua. Profesional egresado del Tec de Monterrey. Actualmente es Asociado de ERIAC Capital Humano e Integrante del Comité de Cultura y del Foro ERIAC de la misma Asociación. editorial@eriac.com.mx