Hoy en día vivimos en una inmersión del reloj de horas laborales en donde cada segundo cuenta y estamos acostumbrados a responder de forma robotizada ante situaciones cotidianas; un ejemplo común puede ser en un saludo cuando el diálogo se torna a palabras vacías como: “-Hola ¿Cómo estás? -Bien y ¿tú? -Bien” y posteriormente el tema a tratar sin prestar atención real a las emociones que están detrás del colaborador.
Constantemente las exigencias y el tiempo de respuesta nos llaman a resolver lo más pronto posible la tarea, y es común que le restemos importancia al lado humano.
A pesar de estar en la etapa del despertar de la consciencia hacia el trato a los empleados, en donde consideramos el salario emocional y su bienestar integral, también vivimos en la, no tan nueva, era digital que nos obliga a dar soluciones automatizadas y cada vez en plazos más cortos para brindar la mejor experiencia de servicio al cliente, lo que nos lleva a retar nuestros límites probando el multitasking.
Varios autores niegan la habilidad de la multitarea en los seres humanos y según Meyer de la Asociación Estadounidense de Psicología, se pierde hasta un 40% de la productividad al abarcar muchas tareas al mismo tiempo, aun así, conozco personas que en más de una ocasión se ven en la necesidad de tomar una junta en la computadora, otra en el celular y una llamada más en su teléfono de oficina. ¿El resultado? Entre otras más, seguro habrá una deficiente escucha activa.
El autor de Teaching and Researching Listening, Michael Rost, describe la escucha activa como una serie de conductas y actitudes que permiten al receptor del mensaje que se concentre en las palabras y en la emoción del emisor para que pueda retroalimentar, sin embargo, cuando intentamos ser multitasking, se vuelve complejo prestar atención consciente al mensaje y por lo tanto dar nuestra perspectiva; la retroalimentación y conocer el punto de vista de otras personas es clave para seguir creciendo y convertirnos en nuestra mejor versión y el multitasking y las respuestas automatizadas nos alejan de ello.
¿Qué necesitamos hacer para conectar más con nuestros colaboradores y ser más humanos?
Desde luego, el enfoque a la tarea es primordial para la subsistencia de cualquier negocio; por lo que, el establecer metas en conjunto con los colaboradores, disfrutar el proceso y celebrar los logros obtenidos se vuelve relevante.
El enfoque en el colaborador también es fundamental: entender que cada empleado tiene diferente historia, motivaciones, áreas de oportunidad, fortalezas e interpretación de la realidad nos ayuda a ser más empáticos y enriquecer las conversaciones. Evitar las respuestas robotizadas o automatizadas que le den inconscientemente a las personas el mensaje equivocado es recomendable para promover culturas con un alto sentido humano.
Los invito a reflexionar sobre cuándo y en qué momento han dado respuestas automáticas, qué tanto promueven la multitarea en sus equipos de trabajo y pensar en qué otras prácticas pueden incorporar para conectar mejor con el equipo.
Colaboración de: Sofía Garza, Egresada de la UANL con 2 maestrías en psicología organizacional y desarrollo de personas y equipos. Tiene más de 10 años de experiencia en recursos humanos y ha colaborado con empresas nacionales y globales en temas de cultura, desarrollo de talento, gestión del cambio y transformación de liderazgo, es Asociada de ERIAC Capital Humano y forma parte del Comité de Sentido Humano.